Cuando se piensa en cruceros y en su rentabilidad es inevitable pensar en los grupos de turistas que desembarcan en las principales ciudades españolas que cuentan con puerto y que buscan lugares en los que comer o comprar. En 2017, un total de 8,8 millones de turistas desembarcaron en España.

Sin embargo, hay un negocio más allá de este tan evidente y la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria ha puesto sus ojos en él. Según recoge el diario ‘La Provincia’, la capital de la isla de Gran Canaria está interesada en la construcción de un nuevo dique seco que se dedique a la reparación y acondicionamiento de los grandes buques de cruceros.

Se trata de una industria muy interesante que genera unos volúmenes de negocio de 2.600 millones de euros al año.

Astican, empresa dedicada al mantenimiento de buques y reparación de barcos, prevé una inversión de 25 millones de euros para la construcción de su nuevo dique seco. La compañía ya ha mantenido contactos con navieras que realizan trayectos en la Antártida para reformar sus barcos en aguas canarias. De hecho, el ‘Ocean Diamond’, el ‘Ocean Nova’ y el ‘Ocean Endeavour’ ya se encuentran en el Puerto de la Luz y de Las Palmas.