La Xunta de Galicia está preocupada por la masificación que se está produciendo en el Parque Nacional Marítimo-Terrestre ‘Islas Atlánticas de Galicia’, concretamente en las islas Cíes.
A la hora de buscar los culpables de que se esté duplicando el número de visitantes permitidos al día (2.200) muchos han señalado a las compañías navieras que llevan a los turistas hasta este archipiélago. Son cuatro las empresas que se dedican a esta actividad y que además han generado negocios de restauración alrededor del Parque, sin embargo, dos son las que están centrando el debate: Nabia y Mar de Ons.

Nabia (Naviera Illa de Ons SL) pertenece a la familia Otero, tiene un activo de 4,3 millones de euros y el año pasado facturó más de 1,6 millones de euros. También la familia es propietaria del restaurante Acuña, del camping  y de diferentes pisos en alquiler en la isla de Ons. A todo ello, cabe sumar la agencia Viajes Illa de Ons, con la que facturaron 500.000 euros en 2016.
Por su parte, Mar de Ons, pertenece a los Nacimiento y facturó casi 3 millones y medio de euros el pasado año. Además del transporte, cuentan con un camping en la Isla.

Por el momento, y de cara a preservar este parque que aspira a ser Patrimonio de la Humanidad, la Xunta ha tomado cartas en el asunto y está controlando la venta de billetes hasta el 15 de septiembre. Además, está imponiendo sanciones de hasta 6.000 euros. 

No obstante, trabajadores del parque critican que estas cifras son insuficentes puesto que los beneficios por quebrantar la normativa (78.000 euros por trasladar 4.000 personas al día) son más altos que las sanciones.