El sector de los coches de alquiler afronta un verano con escasez de vehículos y con más demanda que oferta. Esto es lo que asegura Juan Luis Barahona, presidente de la Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos con y sin conductor (Feneval), quien alerta que esta situación “va a repercutir en la experiencia del turista”, sobre todo en las islas.

El presidente de la federación recalca que durante 2022 se está produciendo una demanda mayor que el año pasado y que, sin embargo, cuentan con menos automóviles. Según sus datos, las empresas de rent a car en España suelen ofrecer unos 820.000 vehículos para alquilar normalmente, mientras que este verano la cifra rondará el medio millón. Esto supone un 40% menos, tal y como recoge Diario de Avisos.

Y es que, durante la pandemia, las compañías ser vieron obligadas a vender parte de su flota para sobrevivir. Ahora, el regreso de los turistas ha coincidido con la crisis de semiconductores y los problemas de los fabricantes de vehículos para producir, lo que ha derivado en importantes retrasos en la entrega de nuevos coches a los clientes. Además, según Feneval, los fabricantes están priorizando servir a los particulares.

 

Precios al alza y en busca de soluciones


La consecuencia directa es que los precios siguen al alza y las compañías buscan estrategias que les permitan ampliar su portfolio.

Comprar vehículos usados –incluso importados–, utilizar coches con una cifra de kilómetros sensiblemente superior a la habitual u ofrecer un servicio de alquiler de motos para compensar la falta de flota de automóviles son algunas de las soluciones que las empresas están llevando a cabo.

Barahona recuerda que entre los meses de mayo y septiembre se concentra “más del 50% de la facturación global” del sector y que algunas compañías, incluso, pueden superar el 70% debido al “pico de demanda”.