Las playas de la ciudad de Barcelona tienen cada vez menos arena, tras haber perdido cerca de 150.000 metros cúbicos durante los últimos 13 años. El temporal desatado por la borrasca Ciarán, a principios de noviembre, ha dado dejado al litoral barcelonés en una situación crítica, después de tragarse la mayor parte del arenal de Nova Mar Bella.

Según ha explicado a El País la directora de playas de Barcelona Ciclo del Agua (BCASA), Patricia Giménez, las playas de Barcelona han perdido casi 130.000 metros cuadrados de superficie por la pérdida incesante de arena desde 2010. De hecho, el mar se ha tragado el equivalente a la superficie de cuatro arenales capitalinos: Llevant, Nova Mar Bella, Mar Bella y Sant Miquel. "Necesitamos una aportación de arena", ha advertido Giménez.

Sin arena nueva hasta 2025


El problema no es solo la ingente merma de arena, sino que no se prevé una aportación de este material por parte del Estado hasta dentro de dos años (la última se realizó en 2010). El Gobierno central es quien tiene la competencia en la línea marítimo-terrestre y, según han asegurado al citado diario fuentes cercanas al Ministerio para la Transición Ecológica, la licitación para esta tarea no se materializará hasta 2025.