Una de cal y una de arena para el sector hotelero con el nuevo Plan Especial de Alojamientos Turísticos de Barcelona (PEUAT). Si bien se seguirá sin poder abrir nuevos establecimientos en el centro, han conseguido una importante victoria: podrán rehabilitar los actuales sin tener que renunciar a plazas.

Y es que, la normativa municipal planteada en 2017 exigía reducir un 20% el número de habitaciones para poder acometer reformas. Ahora, la nueva PEUAT, desarrollada después de que la anterior fuese rechazada por los tribunales, el tira y afloja entre hoteleros y Ayuntamiento se ha traducido en este triunfo.



 

“Si se perdían plazas al renovar un hotel, eso iba a suponer un perjuicio directo porque no sería soportable económicamente y casi comportaba penalizar la puesta al día de la planta hotelera”, ha explicado Manel Casals, director general Gremi d'Hotels de Barcelona, a El País.

El representante de la patronal explica que, de haberse cumplido las intenciones originales del consistorio, se habría visto dañada la calidad de la oferta alojativa de la ciudad.