Los vecinos del céntrico barrio de Gràcia, en Barcelona, han aprovechado las celebraciones de la fiesta mayor para dejar claro su malestar por la masificación turística que sufren sus calles desde hace años. 

“Tourist, go home” —Turista, vuelve a casa—, es la proclama más repetida en las numerosas pintadas que han aparecido estos días en contra de la abundante e incesante presencia de visitantes foráneos, tal y como recoge el medio barcelonés Metrópoli Abierta.

Los residentes protestan por la desvirtuación de las fiestas de la Vila de Gràcia y se preguntan si continúan siendo celebraciones de barrio cuando hay “más turistas que vecinos”.