El Gobierno de Baleares parece haberse tomado muy en serio la propuesta de Maximilian White, un multimillonario británico que amenazó con comprar todos los establecimientos de la calle principal de Magaluf y cerrarla permanentemente.

Según recoge Crónica Balear, el ejecutivo encabezado por Francina Armengol ultima una partida de 10 millones de euros para la adquisición de establecimientos turísticos de baja categoría y locales vinculados al turismo de excesos. La idea es, una vez son adquiridos por la administración, dar de baja sus plazas.

La presidenta ha revelado sus intenciones en su comparecencia en el Parlamento y ha vuelto a defender la política del Govern de eliminar dos plazas turísticas —en este caso de baja calidad— para poder crear una nueva de mayor nivel. En palabras de Armengol, el turismo “debe continuar progresando en riqueza y ocupación, pero reduciendo sus plazas e impacto".