El archipiélago balear quiere acabar con el turismo de borrachera. Bajo este marco, celebró el pasado miércoles, 13 de febrero, la jornada internacional Rethinking your trip (Repiensa tu viaje) en la Escola d'Hosteleria de Balears, en la Universitat de les Illes Balears (UIB, Mallorca).

Según ha informado Diario de Mallorca, la jornada se articuló en torno a dos mesas de debate: una sobre las consecuencias del consumo de alcohol en aviones y aeropuertos; y otra sobre los efectos del alcohol en el propio destino. La iniciativa corrió a cargo de la conselleria de Innovación, Investigación y Turismo y fue organizada por el Centro Balears Europa. 

En la primera mesa, las Fuerzas de Seguridad españolas; representantes internacionales del sector aéreo y de la industria de bebidas; touroperadores; hoteleros; empresarios de ocio nocturno; las administraciones públicas; cuerpos consulares; y organizaciones de prevención de drogas hablaron sobre el consumo de bebidas espirituosas en aeropuertos y aviones.

Una práctica que, a juicio de los miembros de las Fuerzas de Seguridad, debería estar prohibida, al igual que fumar. “¿A qué tenemos que esperar?, ¿a que haya un accidente por el consumo de los pasajeros?”, recriminó uno de los agentes. También, denunció que en el aeropuerto de Palma “lo único que se ve es venta y más venta de alcohol”.

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Consumo en el destino

En cuanto a la segunda mesa, los ponentes hablaron sobre los estragos que el consumo de alcohol descontrolado genera en Platja de Palma y Magaluf, epicentros del turismo de borrachera en Mallorca.

En este debate surgieron discrepancias sobre el origen del problema. Unos señalaron a los comercios, alegando que era necesario subir el impuesto a las bebidas alcohólicas para minimizar su venta, mientras que otros responsabilizaron a las estrategias comerciales de bares y discotecas, como por ejemplo; el famoso dos por uno.  

"A las diez de la mañana (los locales) ya les ofrecen dos cervezas por una. Supermercados y souvenirs se forran vendiéndoles bebidas, también a menores, pero ningún Gobierno se ha atrevido a legislar para poner freno a todo esto", lamentó uno de los policías con experiencia en el turismo de borrachera.

Cabe destacar, que la organización del evento solicitó que no se divulgara la identidad de los participantes, para que pudieran hablar con mayor libertad sobre este controvertido tema.