José Antonio Llano Marí, nuevo presidente de la Asociación de Viviendas y Alojamientos Turísticos de Ibiza y Formentera (AVAT) ha declarado en una entrevista para ‘Diario de Ibiza” que en el sector de las viviendas dedicadas al alquiler vacacional se llevan a cabo muchas estafas. Según una encuesta realizada por la propia asociación basada en 16 empresas comercializadoras, el 66% se había encontrado con clientes que habían firmado contratos falsos con páginas o empresas falsas.

“Hay gente que contrata como testaferros a personas sin recursos, en paro, les abre una cuenta corriente a su nombre, publicitan casas cuyas fotos roban de una web y luego las alquilan. Cuando el cliente viene a Ibiza, la supuesta empresa ha desaparecido” señala.

Asimismo, Llano apunta que los grandes portales deberían controlar más quién es el propietario de las casas que se anuncian. “Hay veces que tu publicitas tu casa y resulta que te la encuentras luego en otra web diferente. Una persona la ha subido a ese otro portal, estafando. Esas webs deberían haber exigido un comprobante de propiedad de esa vivienda”, explica.

AVAT lanzará una página web para “luchar contra el intrusismo y las estafas que hay en internet” y que informará sobre si las viviendas están legalizadas o no. “Queremos crear un sello distintivo para que sepa que todo es legal, que la casa tiene un seguro y demás garantías”.

Por su parte, el presidente apunta que todas las casas de su asociación han presentado una declaración responsable en el Consell, y muchas han presentado una solicitud para obtener la licencia turística ,aunque la mitad están pendiente de inspección.

Ante el número de viviendas ilegales, que según sus palabras, son casi el doble respecto a las legales, un aspecto que puede controlarse mediante “la nueva normativa que obliga a los comercializadores a publicitar el número de registro turístico de la casa.

En cuanto a la polémica sobre las fiestas ilegales que se celebran en las viviendas turísticas, Llano alega estar en contra de que estas se usen para tal fin, pues “son para residencia del inquilino, y quizá alguna pequeña celebración, pero no fiestas con un número descontrolado de personas y música alta”.