Después de una temporada turística con baja facturación en Mallorca, parece que algunos sectores dependientes del turismo podrán resarcirse este mes de octubre. Se trata del comercio y el taxi, que han encontrado su salvavidas en el recale del portaaviones estadounidense Gerald R. Ford. Así lo han confirmado sus respectivas patronales, la Asociación del Pequeño y Mediano Comercio de Mallorca (Pimeco) y Taxis-Pimem.

La escala en Palma de la embarcación ha tenido un impacto económico positivo en Mallorca, especialmente en los sectores mencionados. Según confirman desde diferentes asociaciones, la presencia de la tripulación ha generado un notable aumento de servicios y de ventas durante su estancia en la isla.

Los taxistas han registrado un incremento considerable de carreras, mientras que los comerciantes destacan un repunte en las zonas turísticas y costeras. “El impacto se ha notado en toda la isla, especialmente en los comercios de souvenirs de lugares como Valldemossa, Deià o Alcúdia”, ha señalado Carolina Domingo, presidenta de Pimeco y vicepresidenta de Pimem, en declaraciones a Última Hora.

No obstante, desde la Federación Patronal de Empresarios de Comercio de Baleares (Afedeco) apuntan que aún no disponen de cifras concretas sobre la repercusión, aunque adelantan que el efecto no ha alcanzado al sector de los supermercados.

Las asociaciones empresariales valoran positivamente la escala del buque, que ha contribuido a dinamizar la economía local en plena temporada baja y a reforzar la imagen de Mallorca como un destino abierto, activo y hospitalario.