Ryanair ha iniciado un proceso de venta forzosa de algo más de un millón de acciones de aquellos socios accionistas que no pertenezcan a la Unión Europea (UE) y hayan comprado sus participaciones a partir del 1 de enero de 2021.

Con motivo del Brexit, la aerolínea había prohibido la compra de nuevas acciones a ciudadanos no pertenecientes a la UE desde el pasado 1 de enero. Ahora, la operadora irlandesa ha tenido que tomar medidas más drásticas con aquellos que desoyeron sus condiciones y continuaron comprando participaciones de la empresa pese a no ser ciudadanos comunitarios.
 


La compañía encabezada por Michael O'Leary ha iniciado la venta de forzosa de alrededor de un millón de acciones ordinarias para poder mantenerse dentro de las reglas europeas, que exigen que las aerolíneas con base en la UE sean de propiedad mayoritaria (51%) y estén controladas por ciudadanos de los 27 o de Suiza, Noruega, Islandia o Liechtenstein. Esto permite a las aerolíneas volar libremente entre dos destinos dentro de las fronteras de la UE.

Toda la situación se ha visto forzada por la salida de Reino Unido a través de un Brexit muy dilatado y la tardanza de un acuerdo comercial que estableciera unas condiciones definitivas para las aerolíneas.