Las huelgas de tripulantes de cabina y pilotos de Ryanair en los últimos meses, así como las movilizaciones encabezadas por los controladores de Marsella (Francia), que afectó principalmente a la aerolínea Vueling, han ocasionado el verano más caótico en lo que a cancelaciones de vuelos y reclamaciones se refiere.

De hecho, Vueling ha sido la compañía europea que más retrasos y cancelaciones registró los pasados julio y agosto, según datos de la compañía de reclamaciones Refund My Ticket. La aerolínea, que opera cerca de 750 vuelos diarios, ha anulado el 2,89% de los viajes previstos en estos meses de verano, mientras que el 1,17% de los mismos sufrieron retrasos superiores a tres horas.  

Tal y como ha informado El Español, la 'low-cost' ha acumulado 2.354 reclamaciones por cancelaciones, retrasos o denegaciones de embarque en los seis primeros meses del año, superando la cifra total del año pasado: 2.331. Por lo que, si continúa en esta línea, podría cerrar 2018 con más de 4.700 quejas, el doble que en 2017. 

Iberia, por su parte, ha registrado 1.640 quejas en la primera mitad de 2018, mientras que el año pasado acumuló 2.639 reclamaciones. A este ritmo, tanto Iberia como Vueling podrían concluir el ejercicio de 2018 con 8.000 reclamaciones, lo que supone un incremento del 70% con respecto a 2017. 

British Airways, que como las dos aerolíneas anteriormente mencionadas forman parte del holding de IAG, lleva acumuladas 75 reclamaciones, frente a las 100 que registró en todo el año 2017. Por ello, podría terminar el año con un aumento del 50%. Ryanair, a su vez, registró 2.209 quejas hasta junio, superando las 1.790 de 2017, por lo que puede cerrar el año con 4.400 reclamaciones. 

Todo ello, pese a que solo entre el 15% y el 20% de los pasajeros interponen sus quejas y tan solo uno o dos de cada diez logran una compensación económica. Al respecto, la empresa que ayuda a percibir indemnizaciones, AirHelp, estimó que lo más recomendable es interponer la reclamación con ayuda legal.