Kike Sarasola, fundador de la cadena hotelera Room Mate, siempre se ha caracterizado por apostar por los pisos turísticos en vez de verlos como un enemigo. Fue pionero con la creación de Be Mate, ofreciendo servicios de hotel en este tipo de alojamientos y ahora también emprende decidiendo gestionar bloques completos de este tipo de pisos.

El primero que ha comenzado a operar se encuentra en la plaza de España (Madrid). Cuenta con ocho plantas, las dos últimas Premium, que suman 36 apartamentos con un total de 3.500 metros cuadrados. Pero el empresario ya planea contar con cuatro nuevos edificios en las zonas centrales de Madrid y Barcelona.

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La compañía realiza la gestión en exclusiva de estos inmuebles que son propiedad de fondos inmobiliarios y ‘family offices’, que se están convirtiendo en sus principales aliados. Se trata de un movimiento que puede verse beneficiado por unas socimis cada vez más interesadas en adquirir edificios de viviendas destinadas al alquiler vacacional. De hecho, ya hay algunas sociedades de inversión inmobiliaria que se están especializando con portfolios compuestos totalmente por viviendas destinadas al alquiler turístico.

A la empresa encabezada por Sarasola le avala su expediente impoluto ya que ninguno de sus apartamentos ha sido detectado como irregular por las inspecciones del Ayuntamiento de Barcelona.