El multimillonario británico Richard Branson regresó ayer a la Tierra tras ejercer como "conejillo de indias" en un vuelo suborbital de prueba realizado con éxito a bordo de la nave 'Unity', propiedad de la empresa que él mismo dirige, Virgin Atlantic. Branson despegó, junto a su equipo conformado por cinco astronautas, ayer a las 16:30 (hora de la España peninsular) desde el Spaceport America de Nuevo México (Estados Unidos).

La nave 'Unity' realizó un vuelo de 90 minutos, durante el cual alcanzó los 85 kilómetros de altura, lo que permitió a sus ocupantes disfrutar de cuatro minutos de ingravidez. “Es imposible describir con palabras cómo te sientes cuando ves la Tierra desde allí arriba, es de una belleza indescriptible”, aseguró Branson tras el aterrizaje.
 


El multimillonario, de 70 años, describió la experiencia como “mágica” y visiblemente emocionado anunció que sorteará dos billetes para los primeros vuelos de este tipo que ofrezca su compañía al público general. Esto ocurrirá previsiblemente a principios de 2022, ya que a Virgin Atlantic aún le quedan dos pruebas más por delante, según El Mundo.

Todo apunta a que en esta carrera de turismo espacial, el magnate Jeff Bezos —fundador de Amazon— se adelantará, ya que su empresa Blue Origin tiene previsto llevar al primer civil hasta los 100 km de altura el próximo 20 de julio. A este primer “turista espacial” le acompañarán a bordo de la nave New Sheppard el propio Jeff Bezos y su hermano Mark. La reacción de Jeff Bezos sobre el vuelo de su competidor no se ha hecho esperar: "El vuelo de Branson no tiene altitud suficiente para considerarse espacial".