La pandemia podría forzar el retraso de la liberalización del sector de la alta velocidad en España (AVE), cuyo inicio estaba previsto a partir del 14 diciembre de 2020. El pasado noviembre se conocieron los adjudicatarios para la liberalización del sector, que son: Renfe, el consorcio conformado entre Air Nostrum y Treintalia (Intermodalidad de Levante-Ilsa) y la compañía ferroviaria pública francesa SNCF, a través de su filial española Rielsfera.

Según ha informado Expansión, el Gobierno señaló que, pese a que carece de datos concluyentes para determinar la incidencia del COVID-19 en la liberalización, "es previsible que la paralización de procesos productivos de proveedores de las empresas adjudicatarias, las limitaciones de circulación de personas y bienes entre Estados de la Unión Europea y las graves incertidumbres económicas y sociales derivadas de dicha pandemia, podrían dificultar el despliegue completo inicialmente previsto por los adjudicatarios". 

Al mismo tiempo, puso de relieve que la Comisión Europea está estudiando el impacto de la crisis sanitaria en el sector ferroviario, debido a que diferentes operadores se encuentran en una situación delicada por las restricciones de movilidad para evitar los contagios y el consecuente parón de su actividad.

Firma de acuerdos Marco 

Pese a estas previsiones, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) firmó con las empresas adjudicatarias, el pasado 10 de mayo, los acuerdos Marco que recogen el escenario de explotación para cada operador una vez se libere el sector. Con estos acuerdos, las compañías contarán con capacidad reservada, durante los próximos años, en las principales líneas de alta velocidad en España, que son: Madrid-Barcelona-Frontera francesa, Madrid-Levante (Valencia/ Alicante) y Madrid-Sur (Sevilla/Málaga).