“Cientos de restaurantes cerrarán este año; el verano no está siendo bueno”, así de pesimista se muestra Juan Miguel Ferrer, presidente de Mallorca CAEB Restauración, sobre los resultados de esta temporada. “La situación es muy difícil. Nos preocupa mucho la rentabilidad de los negocios. Muchos no podrán sobrevivir. No habíamos tenido un verano tan malo desde antes de la pandemia”, explica. Ya el año pasado cerraron 370 negocios y este año habrá más, según advierte la patronal.

En este sentido, Ferrer señala que mayo ya fue un mes malo, sobre todo por el mal tiempo, junio tampoco fue bueno y la tendencia se mantiene durante este mes. “Por la noche, hay un poco más de ambiente que al mediodía, pero nada que ver con otros veranos”, detalla. Afirma que, de media, la afluencia de clientes ha bajado entre un 5% y un 6%, pero destaca los casos de lugares como Port Sóller, Sant Elm y Port d'Alcúdia, donde se dice que la afluencia ha bajado un 40%. “Hemos pasado de estar llenos a tener tasas de ocupación que no superan el 60%”, lamenta.

En la capital mallorquina, Palma, la zona donde más preocupa la situación es el Paseo Marítimo. “Este verano tenemos menos clientes que el verano pasado, alrededor de un 20%. La situación es desesperante para algunos, que ven como pasan los días, y el mes que siempre ha sido el mejor del año no logra remontar”, asegura Ferrer en declaraciones a Última Hora. A pesar de que Palma está llena de turistas, Ferrer afirma que la gran mayoría no va a restaurantes; “son los conocidos como turistas del bocadillo”. Se estima que el número de clientes en los restaurantes de la ciudad ha disminuido una media de entre un 8% y un 10% respecto al año pasado.

Los visitantes tienen el mismo presupuesto para sus vacaciones, pero los precios de los hoteles y los vuelos han subido, por lo que los turistas tienen que recortar en otros gastos. Según lamenta Ferrer, el gasto medio por mesa ha bajado entre un 10% y un 12%. Mientras tanto, los restaurantes “pagan más impuestos, los alquileres son más altos, los precios de los alimentos suben constantemente y los salarios también han subido debido al nuevo convenio colectivo”.