Se acabó la magia del turista estadounidense en Mallorca. Si durante el mes de mayo la isla notó un descenso por parte de este mercado, en julio ha terminado por constatarse. Al menos, en lo que respecta al gasto, sobre todo, en tres segmentos: comercio, restauración y en el alquiler de embarcaciones.
Así lo constatan los dirigentes de diferentes patronales, entre gran decepción, precisamente porque este mercado presentaba un nivel de gasto muy elevado. Por ejemplo, Juan Miguel Ferrer, presidente de Restauración CAEB-Mallorca, confirma una caída en el cliente norteamericano, pero además expone la preocupación del sector por no encontrar una explicación clara para esta evolución negativa.
No obstante, el presidente de la asociación de comerciantes de Jaume II, Pedro Mesquida, sí encuentra una leve explicación a la caída del gasto: las altísimas temperaturas no ayudan a que la gente salga a la calle.
En el caso del chárter náutico, la situación es peor. Según confirma José María Jiménez, presidente de la asociación de alquiler de embarcaciones de APEAM, el descenso se ha dado en todas las nacionalidades, con un impacto especialmente acentuado en el mercado alemán, que suponía alrededor del 60%.