Más negocios, que sin ser estrictamente turísticos, sí subsisten gracias al turismo en Ibiza, se quejan de una temporada floja. Varios pequeños supermercados de zonas como Platja d’en Bossa, Santa Eulària, es Canar y Sant Antoni —localidades eminentemente turísticas— coinciden en que este verano la afluencia de clientes ha disminuido respecto a temporadas anteriores. Trabajadores y propietarios aseguran que, si en otros años a estas alturas el nivel de actividad era del 100%, ahora apenas alcanza el 60 o 70%. Entre las causas apuntan al auge del ‘todo incluido’ en los hoteles, que resta clientela a los comercios locales, y al elevado coste de la oferta en la isla, que empuja a algunos visitantes a permanecer en el hotel o directamente hacia otros destinos.
Tal y como informa Diario de Ibiza, en Platja d’en Bossa, varios empleados señalan que el perfil predominante es el del turista joven centrado en la oferta nocturna, con un gasto limitado en alimentación. “Es agosto y no hay ni ruido”, comenta una dependienta que afirma que muchos clientes “van muy ahogados” con los precios. La ausencia de familias, tradicionalmente más propensas a consumir en supermercados, es otro factor que notan en las cajas.
En Santa Eulària, los pequeños comercios también constatan un cambio en los hábitos de consumo. Algunos empresarios critican la falta de promoción de la oferta cultural y el peso de los “precios prohibitivos” que deterioran la imagen del comercio local. La percepción general es que los turistas recortan gastos y priorizan el ocio nocturno. Aunque hay excepciones, como una tienda de productos ecológicos que ha registrado en julio su mejor mes gracias a un público familiar.
En es Canar, los comerciantes afirman que la temporada “va a menos” y que el alto coste de la estancia en Ibiza disuade a visitantes. La competencia de grandes superficies en la zona también se deja sentir, mientras que agosto, tradicionalmente el mes más fuerte, ha comenzado flojo para varios de estos negocios.
En Sant Antoni, la opinión está dividida: algunos consideran que el aumento de familias ha reducido el gasto impulsivo del turista joven, mientras que otros señalan que estos últimos apenas consumen fuera de las discotecas. La duración más breve de las estancias y la tendencia descendente en comparación con años anteriores refuerzan la sensación de que, pese a la imagen de lleno en ciertas zonas, el pequeño comercio alimentario vive un verano más moderado.




