El pasado lunes, 3 de diciembre, las acciones de Thomas Cook en la Bolsa de Londres cayeron un 21,4%, y es que iniciaron la jornada en 30 libras (aproximadamente 34 euros) y terminaron en 6,4 libras (7,16 euros). No obstante, tres días después, el jueves 6 de diciembre, estas acciones aumentaron de valor un 51%, principalmente por un cambio de perspectiva propiciado por algunos de los inversores del grupo.

Según ha informado The Times, Invesco, gestor de fondos y propietario del 15% de la compañía del corazón amarillo, manifestó que la caída del precio de las acciones carece de fundamento, así como que la reacción a la pérdida de 65,4 millones de euros de beneficios en el último ejercicio financiero (del 1 de octubre de 2017 al 30 de septiembre de 2018) había sido “exagerada”.

Por otro lado, el presidente de la compañía, Frank Meysman, compró 80.000 acciones de su bolsillo, lo que despertó la confianza en el resto de inversores. Cabe destacar, que no todas las noticias sobre el último año financiero de Thomas Cook son malas, ya que sus aerolíneas incrementaron sus beneficios un 37%, hasta percibir 145 millones de euros. Así como, las ventas, que crecieron un 14%, hasta alcanzar los 3.900 millones de euros.

A su vez, diferentes expertos financieros han apuntado que la situación actual de la compañía del corazón amarillo es mucho mejor que cuando padeció una crisis hace siete años. Además, Peter Fankhauser, director general de Cook, aseguró que la entidad no necesita capital adicional.