Uzbekistán está despertando como destino turístico y la milenaria ciudad de Samarcanda —parada fundamental en la Ruta de la Seda—, la segunda más grande del país, está desarrollando a marchas forzadas su industria hotelera. El fundador de FTI y actual presidente de Temple Tree Investment Group, Dietmar Gunz, se ha desplazado hasta la urbe para comprobar de primera mano su desarrollo turístico y establecer lazos con su nueva agencia receptiva, Rocket International.    

Gunz anunció el lanzamiento de su marca Rocket DMC el pasado mes de abril, con oficinas receptivas en Turquía, España (Canarias) y Egipto, a las que se sumarían en una primera fase Uzbekistán y Túnez y, posteriormente, Grecia, Montenegro, Tailandia y Arabia Saudí.

Según el medio germano FVW, el empresario turístico ve mucho potencial en el país más poblado de Asia Central, con sus 35 millones de habitantes, y especialmente en Samarcanda, donde ahce medio año se inauguró el Silk Road Samarkand, un resort turístico valorado en 555 millones con nueve hoteles de lujo y un centro de congresos para 3.500 personas, así como un área con restaurantes, tiendas y establecimientos de ocio con diseño tradicional uzbeko.