Son pocos los sectores o negocios que han logrado esquivar los embistes del COVID-19. Incluso, la compañía de entretenimiento canadiense Cirque du Soleil está inmersa en la búsqueda de financiación para evitar la quiebra, después de que el virus le obligara a parar su actividad. 

Según ha informado El Mundo, las deudas de la empresa, que se fundó en 1984 como una compañía teatral callejera, ascienden a 900 millones de dólares. Lo cierto es que el estallido de la pandemia llevó al paro al 95% de su plantilla, conformada por 4.900 empleados. En 2018, Cirque du Soleil, obtuvo 850 millones de dólares de beneficios. 

Ante esta situación, su fundador, Guy Laliberté, anunció sus deseos de salvar la empresa apelando a razones sentimentales. Laliberté contaba hasta el año 2010 con el 90% de las acciones de la compañía, las que vendió en diferentes paquetes, antes de 2015, a empresas de capital de riesgo estadounidenses y chinas y a La Caisse de dépôt et placement du Québec, inversionista institucional que gestiona el sistema de pensiones de la provincia canadiense de Quebec.

En los años siguientes, Cirque du Soleil reforzó su expansión comprando empresas competidoras como The Works Entertainment, Blue Man Productions y VStar Entertainment Group, algo que engordó su deuda.