Carnival Corporation & plc., propietaria de la línea de cruceros Carnival Cruise Lines, pagará una multa de 20 millones de dólares, tras reconocer que sus barcos siguen contaminando los océanos, pese a que una condena previa se lo impide.  

Según ha informado Travel Weekly, la empresa llegó a un acuerdo con la fiscalía federal de Estados Unidos, después de que su director general, Arnold Donald, admitiera que Carnival había violado la libertad condicional (de cinco años de duración), derivada de una multa de 40 millones de dólares interpuesta en 2016, por vertidos ilegales de petróleo.

“La compañía se declara culpable”, confesó hasta en seis ocasiones Donald. Así, Carnival reconoció que en los años transcurridos desde la mencionada sanción, ha permitido el vertido de aguas residuales tratadas en las aguas de Bahamas, lo que supone una amenaza para la vida marina.

Por otro lado, la entidad admitió haber falsificado documentos y haber cometido otras infracciones. A este respecto, la jueza del distrito de los Estados Unidos, Patricia Seitz, manifestó que podría castigar a los ejecutivos de la compañía de forma individual por las violaciones de la libertad condicional.

No obstante, bajo el acuerdo alcanzado, Carnival se comprometió a realizar auditorías adicionales para verificar las infracciones, así como a reestructurar los programas de cumplimiento y capacitación, idear un mejor sistema para reportar las violaciones ambientales, reducir el uso de plásticos e implementar un mejor tratamiento de desechos.

Dicho acuerdo también establece dos plazos (el 13 de septiembre y 9 de octubre) para mejorar el plan de cumplimiento y realizar otros cambios, sujeto a multas de 1 millón de dólares por día si no se cumple el primer plazo, que ascendería a 10 millones de no cumplirse el segundo.