La industria del sexo en Cataluña se ha visto afectada por las tensiones que se viven en la región. Los operadores de ocio para adultos de Barcelona hablan de una caída de afluencia de clientes de hasta el 50%.

El local de espectáculos pornográficos Bagdad ha admitido que lleva “15 días con una caída brutal de público”. Juani de Lucía, gerente del establecimiento, culpa a “las manifestaciones y a la tensión que se transmite en el exterior, que convence a los turistas de que no deben salir a la calle”, y asegura que el público internacional supone el 80% de la caja en los días laborables.

Por su parte, el club de estriptís por excelencia de la zona alta de la capital catalana, Dollhouse Barcelona, reconoce que ha perdido “hasta un 30% de los clientes”. Desde la dirección comentan que “o son manifestaciones o son huelgas; todos los días son anormales y eso se nota en el negocio”.

Otras empresas que también se dedican al ocio para adultos en la ciudad condal, niegan esas caídas en los porcentajes, argumentando que “el mercado no tiene nunca un equilibrio; con una parte importante de clientes nacionales, el negocio no pasa por ningún bache importante, al contrario”, concluyen.