La avenida Diagonal de Barcelona permaneció casi 23 horas cortada al tráfico por riesgo de accidente. Sobre todo, motocicletas y bicicletas, eran susceptibles de resbalar con la cera que se desprendió de la velas de los 200.000 manifestantes que reclamaban la libertad de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

A pesar de que un centenar de operarios de los servicios de limpieza se emplearon a fondo para eliminar los restos de cera de la arteria principal de la capital catalana, se avanzó lentamente y los trabajos provocaron un caos de tráfico durante las horas punta.

Todas las líneas de autobuses que circulaban por este tramo de la Diagonal, tuvieron que ser desviadas por las calles Mallorca y Vàlencia. La Guàrdia Urbana pidió a los ciudadanos, a través de sus redes sociales, que evitaran la vía y usaran las rondas o el transporte público para acceder a la ciudad.

Aunque la situación se ha normalizado bastante, la Guàrdia Urbana pide “precaución” a los conductores y moderar la velocidad ante el “peligro de resbalones”, un riesgo de siniestralidad que además se ha visto incrementado por la lluvia.

Esta situación ha levantado una ola de críticas en las redes sociales. Muchos ciudadanos aseguran que desconocían el corte de tráfico y han tenido que buscar itinerarios alternativos para desplazarse. Los restos de este material sobre el pavimento suponen un peligro, fundamentalmente para los vehículos de dos ruedas.