Boeing ha tenido que indemnizar con casi 150 millones de euros a Alaska Air Group, matriz de la aerolínea Alaska Airlines, por el desprendimiento de un panel del fuselaje, al que le faltaban cuatro pernos de sujeción, en pleno vuelo. El fatídico suceso produjo una descompresión explosiva en la cabina de pasajeros de un 737 MAX el pasado mes de enero.

Alaska ha informado de que la elevada suma es una “compensación inicial” del fabricante de aeronaves estadounidense “para abordar los daños financieros incurridos como resultado de la inmovilización del vuelo 1282 y del 737-9 MAX”, según un documento emitido por la compañía a la Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos, recogido por ABC News.

La aerolínea ha señalado que, como resultado del incidente, perdió aproximadamente 160 millones de dólares en ganancias antes de impuestos en el primer trimestre de 2024, “que comprenden principalmente pérdida de ingresos, costos debido a operaciones irregulares y costos para restablecer el servicio operativo de la flota”.