Lucía Méndez-Bonito es consejera delegada en España y Portugal de B&B, la hotelera francesa caracterizada por establecimientos con precios económicos. Asumió el cargo en febrero de 2020, por lo que recientemente ha cumplido un año en él. Y aunque su prioridad ha sido la de fijar una estrategia para sobrevivir a la crisis del Covid, también ha mantenido el foco en la expansión.

El objetivo de B&B para 2025 es el de alcanzar los 200 hoteles en la Península Ibérica. De momento, la cadena ya gestiona 40 establecimientos —36 en España y 4 en Portugal— y tiene previsto incorporar 52 durante este atípico 2021 —43 en España y 9 en Portugal—.

Las próximas aperturas se producirán en Málaga y Murcia durante el primer y segundo trimestre. “También estamos sondeando varias operaciones en Madrid y Barcelona”, ha confesado Méndez-Bonito en una entrevista al diario económico Cinco Días.



 

En cuanto a la situación que ha dejado la pandemia, Méndez-Bonito explica que la compañía tuvo que “adaptarse y cerrar de la noche a la mañana”. “Una situación anómala para una compañía cuyos hoteles no tienen puertas con cerraduras, ya que no eran necesarias porque permanecían abiertos 24 horas, 365 días”, cuenta la directiva como anécdota curiosa.

En este sentido, para la supervivencia de la cadena, las estancias largas han sido fundamentales. “Han tenido una acogida muy buena, especialmente entre los profesionales ligados a la sanidad”, reconoce Méndez-Bonito.

A nivel mundial, B&B cuenta con 503 hoteles y 40.205 habitaciones repartidas en Francia, Alemania, Italia, Polonia, Portugal, España, República Checa, Suiza y Bélgica