La aerolínea Air Canadá y el touroperador canadiense Transat AT se han visto obligados a rescindir el acuerdo de adquisición, mediante el cual Air Canadá iba a obtener el control exclusivo de la línea aérea Air Transat. La decisión viene motivada por la resolución de la Comisión Europea (CE), que ha considerado que la unión de ambas empresas vulneraría los principios de competencia.

Según ha explicado Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la CE, “Air Canadá y Air Transat son las dos aerolíneas líderes con una amplia red de rutas entre Canadá y Europa”. Por tanto, la UE considera la fusión como una concentración empresarial que “afectaría negativamente a la competencia en estos mercados, lo que generaría precios más altos, menor calidad o menos opciones para los viajeros”.
 


Según afirma el medio especializado Aerospace Technology, Transat recibirá 12,5 millones de dólares canadienses (algo más de 8,3 millones de euros), como parte del acuerdo de rescisión. Por su parte, Transat no estará obligada a abonar ninguna tarifa a Air Canadá si participa en transacciones similares en un futuro.

El acuerdo de fusión se había alcanzado originalmente en junio de 2019, aunque los términos fueron modificados posteriormente en agosto y revisados nuevamente en octubre de 2020 tras el impacto de la pandemia de coronavirus.