Naviera Armas- Trasmediterránea tendrá que cumplir un nuevo requisito si quiere mantener el apoyo de sus bonistas y bancos acreedores: tendrá que cambiar de CEO. Según informa El Confidencial, han encargado a la consultora  Spencer Stuart la búsqueda de candidatos.

Si bien no quieren desplazar a la familia Armas, propietarios de la compañía, sí que pretenden profesionalizar la dirección y contar con un Consejero Ejecutivo externo. Cabe destacar que actualmente Antonio Armas Fernández  ostenta la presidencia y controla las operaciones.

Este requisito es fundamental para que los acreedores apoyen la reestructuración de deuda de la empresa, disparada hasta casi los 900 millones de euros.

Ya en diciembre de 2020, se alcanzó un acuerdo de 'standstill' por el que la empresa se comprometía a no declarar el concurso de acreedores, mientras que bonistas que representan el 72% de los bonos emitidos acordaban no emprender acciones legales por el impago de los intereses. Ahora estos acreedores podrían llegar incluso a comprometerse para inyectar más capital o a convertir la deuda en acciones.


 

¿Cuál es la situación de Armas?

  • Debe bonos por valor de 582 millones de euros:
    • 282 millones que expiran en 2023
    • 300 millones con vencimiento en 2024
  • Debe otros 200 millones a los bancos.
  • Préstamo de 40 millones avalado por el Instituto de Crédito Oficial.
  • Crédito de 75 millones concedido por los fondos de inversión riesgo Apollo y HPS.

A la espera también del SEPI

Lo cierto es que la naviera solicitó una inyección de 120 millones de euros al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y dotado con un total de 10.000 millones de euros. Aún no ha recibido el visto bueno por parte del Gobierno.

La naviera, nacida de la fusión entre Armas (Las Palmas de Gran Canaria, 1941) y Trasmediterránea (Barcelona, 1916), es la más importante de España. Transporta más de 5 millones de pasajeros anuales, tiene una flota de 40 buques que conectan los principales puertos de cuatro países y opera más de 100 conexiones de pasaje y carga en las rutas de Baleares, Canarias, Melilla, Ceuta, Marruecos y Argelia. Es clave para garantizar la conectividad con la Península desde los dos archipiélagos y las dos ciudades autónomas.