Conforme se aproxima la fecha límite para la aplicación de las sanciones internacionales que obligan a las empresas extranjeras de arrendamiento de aeronaves y de motores a rescindir sus contratos con las aerolíneas rusas —fijada el 28 de marzo—, Rusia sigue dando pasos hacia la nacionalización de estos aviones.

Si desde el 8 de marzo la Federación Rusa prohibió a las aerolíneas del país realizar vuelos internacionales para evitar que las empresas extranjeras embarguen los aviones alquilados —que suponen, según los analistas, 515 de las 861 aeronaves comerciales que operan en Rusia—; ahora, el gobierno encabezado por Vladimir Putin ha aprobado una ley que permite a las líneas aéreas inscribir en el registro nacional los aviones arrendados —la mayoría de ellos estaban registradas en Irlanda o Bermudas, países en los que están registrada la gran mayoría de estos aparatos—.

Según informa EnelAire, esta misma semana Bermudas e Irlanda habían decidido suspender los certificados de aeronavegabilidad de las naves, al no poder certificar que se estuviesen cumpliendo todos los criterios de seguridad, y es que Rusia no está facilitando dicha información. Sin dichos certificados, los aparatos no habrían podido seguir volando, por lo que la solución desde el Kremlin ha sido proponer la inscripción en su propio registro y, así, otorgarles las aprobaciones de seguridad pertinentes.
 


 

Si bien este movimiento le permite “garantizar el funcionamiento ininterrumpido de las actividades en el campo de la aviación civil” en Rusia, lo cierto es que contraviene las reglas internacionales de aviación, que prohíben el registro de aeronaves civiles en más de un país a la vez.

Esto lleva a las compañías arrendatarias a sospechar que se fragua un intento de retener los aviones, valorados en más de 10.000 millones de dólares, y que podría derivar en un proceso de nacionalización de los activos. Y es que son un bien estratégico para Rusia por dos motivos: para mantener activas sus conexiones domésticas y, como apuntaba Tourinews, para usarlas como posibles depósitos de repuestos para aeronaves y así paliar la escasez de suministros que se va a generar por los bloqueos.