Rusia se ha ofrecido a pagar una compensación económica a las empresas extranjeras especializadas en leasing aéreo con tal de quedarse con sus aviones que, según las sanciones internacionales, deberían ser devueltas antes del 28 de marzo—según la empresa de análisis especializada Cirium, 515 aeronaves comerciales que operan en Rusia se verán afectados—.

El ministro de Transportes ruso, Vitaly Savelyev, sostiene que quieren llegar a un acuerdo que compense a las compañías para relajar las relaciones. “No perdemos la esperanza, pero no los vamos a devolver, porque significaría quedarnos sin aviación”, afirmó el pasado martes en comparecencia, según recoge Bloomberg.

No obstante, las pretensiones de los rusos son poco realistas. Pese a que lograran convencer a las empresas arrendatarias para que se desprendan de unos activos valorados en 10 mil millones de dólares, no podrían sellar el acuerdo, y es que las autoridades internacionales prohíben hacer negocios con Rusia.



 

Cabe recordar que desde hace tiempo se especula con la intención de Rusia de nacionalizar las aeronaves arrendadas. De hecho, ya dio los primeros pasos prohibiendo a las aerolíneas del país realizar vuelos internacionales para evitar que las empresas extranjeras embarguen los aviones alquilados y permitiendo inscribir los aviones en el registro nacional ruso, pese a que ya estaban registradas en Irlanda o Bermudas. Esto contraviene las reglas internacionales de aviación.