El secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), Zurab Pololikashvili, ha considerado al alquiler vacacional como “un  producto y un modelo de negocio que no se puede parar”, en una entrevista concedida a Sur.

En este sentido, Pololikashvili, dijo de Airbnb, padre del alquiler vacacional, que ha crecido bastante en turismo y que “está manteniendo negociaciones con autoridades de diferentes países y ciudades para llegar a acuerdos y tener reglas de negocio”, con el fin de gestionar de la mejor manera posible este tipo de alojamientos.

Precisamente, el secretario general enfatizó que el objetivo de la OMT consiste en “regularizar, conseguir que haya unas reglas de convivencia” en esta materia, ya que, a su juicio, las viviendas turísticas afectan, principalmente, a la “población doméstica, a la cultura” o edificios, los cuales “hay que cuidar”. “Hay muchos países donde se ha llegado a regularizar y espero que muy pronto Airbnb tenga su espacio en el sector”, manifestó.

Al respecto, aseveró que tanto los gobiernos como los ayuntamientos de los países que se han visto afectados por los pisos turísticos “pueden llegar a un acuerdo sobre cantidad, sobre tasas, sobre reglamentos acerca de cómo Airbnb debe vender su producto, pagar sus tasas y no molestar a la gente” y alabó la labor de Portugal en este área, que puede servir de ejemplo para otras naciones.

Al ser preguntado por la turismofobia, un sentimiento que deriva, en parte, del auge de las viviendas vacacionales, Pololikashvili aseguró que a la OMT le preocupa “cuando alguna región no quiere recibir más turistas” y afirmó que existen bastantes casos de este tipo, de los que destacó el de Venecia, donde se han endurecido las medidas ‘anti turistas’. Sin embargo, alegó que “con una buena gestión se puede salir de esa situación”, utilizando para ello, por ejemplo, las nuevas tecnologías, con las que “se puede gestionar el tráfico de turistas en las ciudades”.