El dueño extranjero de una vivienda ubicada en un complejo residencial de Manilva (Málaga) recibió una brutal paliza por parte de los okupas que se apropiaron de su morada a finales de mayo. No contentos con esto, los supuestos allanadores han denunciado al propietario por entrar en su propia casa.
Michael, ciudadano británico, recibió una llamada de sus vecinos en la que le preguntaban si había alquilado su vivienda, ya que habían visto a personas en su interior mientras él se encontraba en Reino Unido. Al llegar a Manilva, Michael entró a su vivienda a través de una ventana, dado que los okupas habían cambiado la cerradura de la puerta. Al encontrar a desconocidos en el interior, el británico les cuestionó qué hacían en su casa y acto seguido recibió una paliza.
El parte de lesiones emitido por el Hospital Costa del Sol de Marbella, al que ha tenido acceso El Confidencial, detalla que el herido presentaba dos fracturas en un dedo, “cortes en la fosa renal izquierda, zona dorsal y costado izquierdo”, así como otro en el “cartílago del pabellón auricular izquierdo y mastoides”. Permaneció ingresado en observación un día y al siguiente regresó a Inglaterra para pensar los siguientes pasos legales a dar.
Tras estos lamentables hechos, Michael recibió otro disgusto más y es que los okupas habían presentado una denuncia en su contra por entrar en su casa sin permiso, una situación del todo rocambolesca que ha puesto de manifiesto las dificultades que sufren algunos propietarios extranjeros de viviendas en España. Estas personas suelen pasar largas temporadas en sus países de origen, situación que en ocasiones acaba con sus viviendas okupadas y con un embrollo legal largo y tortuoso a la hora de desalojar a los allanadores.