Un mes después de que un tribunal ordenara la paralización de la construcción del tramo 5 —el más turístico— del Tren Maya debido a la ausencia de una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), esta ha sido presentada ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México.

El documento, de 6.054 páginas, recoge que el tramo de la infraestructura que va desde Playa del Carmen (Riviera Maya) hasta Tulum entraña una serie de peligros para los cenotes y cuevas subterráneas, así como “impactos significativos a los componentes atmosféricos, del suelo, hidrológicos y de vegetación”.

Entre los daños que se pueden ocasional al suelo, destacan la “afectación al sistema o paisaje kárstico (cavernoso) del sitio”, lo que podría desencadenar hundimientos o daños ecológicos a cenotes, cuevas o cavernas”. No obstante, el documento concluye que el impacto generado no es “significativo”.

El estudio, al que ha tenido acceso Aristegui Noticias, ha sido elaborado por el Instituto de Ecología (Inecol), dependiente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), y presentado a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Ahora, es esta última entidad la que deberá evaluar el documento y determinar las condiciones en las que deben continuar las obras o si se detienen definitivamente, aunque la Semarnat ha decidido someterlo a consulta pública.

El Tren Maya es un megaproyecto impulsado por el Gobierno federal de México, enmarcado dentro de la expansión de la red nacional ferroviaria y que contará con 19 estaciones en enclaves turísticos. El objetivo es conectar los diferentes puntos de la Península de Yucatán mediante un tren, tanto de pasajeros como de carga.