Barcelona no puede absorber más carga crucerística. En estos términos se ha expresado Jaume Collboni, alcalde de la Ciudad Condal, quien ha asegurado que la política del equipo de Gobierno del Ayuntamiento está enfocada a convertir a la urbe en una base de cruceros, no como escala, “que es lo que menos valor aporta a la ciudad”.

“La carga turística que tiene la ciudad en estos momentos no puede subir”, ha asegurado Collboni, después de que en 2023 Barcelona batiera todos los récords en la llegada de cruceristas, con más de 3,5 millones. “A nosotros nos interesa un turismo de calidad”, ha sentenciado en una entrevista al diario Ara.

Por otro lado, Collboni también se ha manifestado de forma muy contundente sobre los pisos turísticos. “Somos partidarios de reducir significativamente el número de pisos turísticos. Y en algunas zonas, como Ciutat Vella, reducirlos a cero”. En este sentido, el alcalde de Barcelona ha asegurado que “esto se debe ir haciendo con sentido común, con seguridad jurídica y progresivamente”.