Lo prometido es deuda. El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ya había advertido que cancelaría el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, advertencia que cumplió el pasado lunes. La iniciativa privada, por su parte, criticó esta medida, ya que a su juicio afecta a la atracción de inversión nacional y extranjera.

A este respecto, según recoge El Universal, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, manifestó: “El mensaje que se da a la ciudadanía, a los mercados internacionales, a las empresas y a los inversionistas es que no hay confianza de que los contratos firmados se cumplan y que los proyectos transexenales no tienen ninguna certeza de ser terminados”.

Lo cierto, es que la cancelación del proyecto afectará a diferentes empresas que habían apostado por él. Tal es así, que solo cinco empresarios aglutinan el 51% de los contratos para la construcción del nuevo aeropuerto, que son:

  1. ICA, de Bernardo Quintana Isaac, con 1.076 millones de euros.
  2. Grupo Carso, de Carlos Slim, con 9.254 millones de euros.
  3. Grupo Hermes, de Carlos Hank Rhon, con 542 millones de euros.
  4. Constructora y Edificadora GIA+A, de Hipólito Gerard Rivero, con 452 millones de euros.
  5. Grupo Empresarial Ángeles, de Olegario Vázquez Raña, con 452 millones de euros.

De hecho, la decisión tomada por el presidente electo provocó un desplome de la Bolsa Mexicana de Valores y del peso. También cayeron las acciones de los grupos aeroportuarios que contizan en la Bolsa Mexicana. Por ejemplo, las acciones del Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA) bajaron a 4,78 euros por acción, lo que supone un descenso del 8,17%.

López Obrador describió esta reacción de los mercados como “normal” y “poco significativa”, así como manifestó que los intereses de las empresas e inversionistas están “a salvo”, ya que “hay fondos, en el fdeicomiso actual, que respaldan los compromisos en contratos e inversiones”. No obstante, el Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM), concesionaria de la edificación, informó que las obras seguirán su curso hasta el 30 de noviembre, cuando finaliza el mandato del actual presidente Enrique Peña Nieto.

Hasta el momento, la construcción del aeródromo ha recibido una inversión de 6.782 millones de euros, de los que el 78% estaba destinado a 15 contratos para las obras del edificio de la terminal, de las pistas, arquitecto, limpieza de terrenos, gerencia o torre de control, entre otros.