El turismo ornitológico es más accesible que nunca, y es que un proyecto impulsado por asociaciones de ornitología y asociaciones de personas sordas ha dado nombre en lengua de signos a 60 especies de ave que, hasta ahora, no contaban con término propio.

Según informa Discapnet, se ha trabajado durante dos años para dotar de signo a aves como el cernícalo vulgar, el gorrión común, la garza real y el andarríos chico en español, catalán, italiano, maltés, griego y francés. Además, se ha elaborado un manual para guías e intérpretes de naturaleza de cara a que cuenten con herramientas para facilitar la inclusión de personas sordas en las actividades de naturaleza.

En el proyecto Banoffee han estado involucrados ornitólogos de SEO/BirdLife en España, LPO en Francia, LIPU en Italia, HOS en Grecia y BirdLife Malta así como las asociaciones de personas sordas de Malta (Deaf People Association) Italia (Abile Mente) y España (Associació Volem Signar i Escoltar).

El potencial del turismo de avistamiento

Esta iniciativa hace más inclusivo y accesible el turismo ornitológico, un segmento  en alza en el mercado español. Destinos como las Islas Baleares, el Parque nacional y natural de Doñana (Huelva, Andalucía) o Extremadura atraen numerosos visitantes internacionales —especialmente en temporada baja— que acuden al destino para la observación tanto de los ejemplares autóctonos como aquellos en proceso de migración.

Según la Sociedad Española de Ornitología, SEO/BirdLife, se estima que, al año, unos diez millones de turistas europeos viajan para ver aves, siendo Reino Unido, Holanda y Alemania los principales mercados emisores. En lo que respecta a España, el 85% de los avituristas lo hacen procedentes de Reino Unido, seguidos muy de lejos por belgas, alemanes y franceses.