Ya sé que esta de moda escribir sobre las tendencias del turismo y más en esta época poscovid, que aunque sigamos inmersos en esta situación de incertidumbre todavía, se le denomina así desde hace medio año.
Predecir no es caro y no conlleva riesgos para muchos, pero no tenemos datos suficientes como para asegurar ningún escenario y, por ello, prefiero basarme en las tendencias que se están observando en esta última década, porque en este caso sí que existe una línea muy clara hacia una mayor sostenibilidad, así como a una respuesta más contundente al creciente mercado verde, que se conjuga con el uso de una herramienta de gestión muy relevante como es la tecnología.
Existe una línea muy clara hacia una mayor sostenibilidad, así como a una respuesta más contundente al creciente mercado verde
Y es que no solo la influencia mediática, sino las pautas de consumo y la propia política van en una misma dirección, por lo que no es difícil esperar que la variable “verde” y de “sostenibilidad” sea cada vez más relevante en el turismo.
A principios de este año 2022, tuve la ocasión de realizar una presentación para The International Forum of Tourism and Hospitality (Sinai Tourism Institute, Egipto) sobre estas tendencias verdes y para no hacer un artículo largo, únicamente les quiero compartir un flash de lo que considero esencial y para quienes quieran ver la presentación pueden hacerlo en este video de 15 minutos.
En mi opinión, y a veces en contra de la de otros colegas relacionados con el turismo más responsable, estoy convencido de que en un pequeño intervalo de tiempo y como se vio, por ejemplo, en la Costa Española el pasado verano del 2021, volverá el conocido turismo de masas pero, eso sí, cada vez con una gestión más sostenible.
La actividad turística será de nuevo como siempre (tourism as usual) pero con mucha más digitalización, como en el resto de los sectores económicos. Pero recuerden que esta es un instrumento y no un fin.
El mercado de emisiones de carbono, la huella del carbono en los destinos, y la gestión de las medidas y proyectos de compensación hacia áreas naturales de países en desarrollo tendrán un papel fundamental si se sabe plantear
Sin duda alguna, los destinos y productos turísticos serán mucho más verdes y sostenibles, relacionados con la naturaleza, el patrimonio natural y por ende el medio rural y su componente social y cultural (véase gastronomía por ejemplo). Seguro que en este 2022 se volverán a observar en las ferias turísticas como casi todos los destinos seguirán posicionando como sostenibles o verdes.
El mercado de emisiones de carbono, la huella del carbono en los destinos (que en muchos casos como Valencia, proviene mayoritariamente de los accesos al destino y no a la producción de carbono en el mismo) y la gestión de las medidas y programas o proyectos de compensación hacia áreas naturales de países en desarrollo, quienes tienen una importante capacidad de venta de derechos de emisión o iniciativas verdes de absorción de GEI a través de forestaciones, conservación de ecosistemas de mares y agua dulce, donde el ecoturismo por ejemplo tendrán un papel fundamental si se sabe plantear.
Por supuesto incluye también posibles actuaciones en proyectos más cercanos a los destinos, ciudades o empresas emisoras, es decir en los países más desarrollados. Y es que hablamos de miles de millones de euros anuales, provenientes tanto del sector público (véase Pacto Verde Europeo), como del privado.
Sin duda es y será un escenario mucho más verde con afectación directa e indirecta en el turismo.
Un cordial saludo y les deseo un Año Nuevo más Verde.
*Arturo Crosby es editor de Natour magazine.