Humilde servidora, presidenta de la única asociación que representa al sector de la vivienda vacacional en Canarias con más de 1.200 asociados salta a la plaza, no para echarle un capote a nadie, sino para defender lo que estima justo.

Representamos a aproximadamente 7.000 viviendas vacacionales, entre propietarios particulares (mal nombrados “Doñas Manolitas” por algunos) y pequeñas empresas canarias intermediadoras de todos aquellos propietarios que no tienen tiempo o conocimientos para explotar sus viviendas. No representamos a webs multinacionales, fondos buitres, ni inversores extranjeros como “algunos” denuncian. 

Les recuerdo que las viviendas vacacionales existen en Canarias de toda la vida y que no son producto de las famosas webs cuyo nombre me reservo por no darles más publicidad. Parte de estas viviendas se llevan comercializando desde hace décadas por los  TT.OO. y nadie se rasgaba las vestiduras por ello. Por lo que me río de la etiqueta de “establecimientos tradicionales”. Nuestra primera propuesta al entonces presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, fue precisamente darle prioridad a las miles de familias cuyos ingresos dependían de la continuidad de esta actividad y luego negociar un Decreto justo de regulación. Todo iba sobre ruedas...

Dos días antes de las elecciones recibimos nuestras primeras banderillas y bien puestas, ya que sigilosamente se modificó el Decreto de cuyos cambios nos enteramos pasadas las elecciones. Casualidades de la vida (ya que nadie puede tener tanto poder como para influir en el Gobierno) se había incorporado a la normativa las demandas de la Patronal Hotelera Tinerfeña, prohibir el 45% de las viviendas vacacionales en zonas turísticas y mixtas. Casualidad también, que en 5 años que llevamos de vida, la agenda del tan ocupadísimo presidente de dicha Patronal no haya permitido sentarse en una mesa con nosotros. Cuando quizás le hubiésemos podido contestar tantas preguntas que hasta hoy se hace sobre nuestro sector.

Siento que es hora de hacer justicia y de poner a cada “torero” en su sitio. Porque cuando se habla de Patronales hoteleras en Canarias hay que hacer una clara diferenciación entre aquella que tiene la agenda demasiado apretada y busca protección del Gobierno para evitar que el toro entre “su plaza” y aquella que ha entendido desde el minuto uno que hay que salir a torear sin olvidarse del toro.

Estupefacta me quedé al leer, que parece ser que sólo se puede defender lo que supone un interés propio. ¡Faltaría más que no se pueda defender el bien común! El bien común, pese a que le duela a alguno, es que los canarios puedan beneficiarse directamente del turismo, que miles de pequeños comercios como bares y restaurantes puedan sobrevivir sobre todo en zonas turísticas, que se dinamicen medianías con las fincas, ect. ¿Quieren datos? Pues generamos en 2017 1.400.000 millones de euros en Canarias. Y que representamos más del 23% de todas las camas turísticas, reconozco que no puede ser de agrado, pero eso no le da derecho al honorable presidente de la Patronal de Tenerife a clavar más banderillas de las permitidas. 

¡Pero no hay viviendas asequibles para nuestros trabajadores en Tenerife! Pues mire, en 2007 tampoco las había y los precios eran superiores a los actuales y no se lo oyó poner el grito en el cielo. Se siguieron construyendo y planificando hoteles a pesar de la escasez y no le preocupó.

¡Pero se daña el modelo de éxito y excelencia! Miren, si queremos seguir competitivos, tendremos que adaptarnos a los tiempos y ofrecerle a los clientes lo que piden. Decir que si un turista quiere ir a una zona turística tiene como opción hoteles y apartamentos turísticos tiene como poco, guasa. Es mostrar poco respeto a nuestros visitantes y tacharlos como poco de tontos. Y la excelencia, señores míos, no se la dan las estrellas en sus establecimientos, sino las valoraciones de los clientes, al igual que a nuestras viviendas. Por cierto, no se ha dado importancia que en Gran Canaria se nombró una vivienda vacacional una de las 5 mejores de Europa.

¿Entonces le robamos los clientes? Será por eso que están haciendo caja como nunca con cifras de crecimientos espectaculares. 

Y por último y no menos importante, el problema radica en las presiones que se puedan ejercer sobre nuestro Gobierno para prohibir las viviendas vacacionales, el problema más bien es que se sucumba a ellas. 

Mis más sinceras felicitaciones a la Patronal Hotelera y Extrahotelera de Gran Canaria FEHT y al Sr. Villalobos. No por desmarcarse de las arcaicas pretensiones de otros, sino por dar un valiente paso al frente.