Andalucía, gracias a su ubicación, tiene la oportunidad de alargar la temporada en muchos de sus hoteles de la costa. La solución sería en convertir los hoteles en clínicas de recuperación.

En estos momentos que vivimos, son muchas las personas que sufren desequilibrios, estrés oxidativo, insomnio y, sobre todo, problemas digestivos. Este tipo de personas suelen estar frustradas porque el sistema de salud no les categoriza como enfermos.

Y como se suele decir que “el mar todo lo cura”, los kilómetros de playas andaluzas son una oportunidad de hacer llegar estos futuros clientes a nuestros hoteles de costa. Es decir, tenemos buenos hoteles, buena gastronomía, buen clima, buenas playas para caminar, hacer deporte, o simplemente para desconectar de la rutina, y todo aquello que nos provoca todas esas patologías que pueden ser curadas en Andalucía.

Para ello solo se tendrían que realizar una serie de programas de recuperación apoyados con psicólogos, nutricionistas, entrenadores personales, fisioterapeutas… Sumado a los servicios que ya de por sí tienen muchos hoteles como spa, piscina climatizada, buena gastronomía y, sobre todo, el trato y la sonrisa diaria unida al buen servicio, sería la mejor forma de recuperar a todos estos clientes que pueden llegar de todas las partes del mundo.

Tenemos que aprovechar nuestras playas en invierno y mantener un servicio mínimo para dar soporte a los hoteles y que sus clientes puedan usarlas con total seguridad. No podemos quedarnos parados y seguir pensando que la estacionalidad en la costa de Andalucía no se puede remediar. Hay que reconvertir en invierno los hoteles en clínicas personalizadas, aprovechando las bondades que nos da la región.

Según estudios, el 70% viaja solo y el 80% es extranjero. Los huéspedes son ejecutivos de unos 43 años, delgados y en forma. Buscan el bienestar físico y emocional. El porcentaje de hombres aumenta: representan el 45%. La estancia mínima es de siete días. Cada vez más huéspedes deciden quedarse tres meses y cuidarse mientras trabajan online.

El secreto para hacer desaparecer la estacionalidad en la costa andaluza está en las dos “R”, renovarse y reinventarse.

 

*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo