La aerolínea australiana Qantas operó el pasado miércoles, 8 de mayo, el primer vuelo comercial sin residuos. La iniciativa forma parte del objetivo de la compañía de reducir 100 millones de plásticos de uno solo uso para finales de 2020, así como de eliminar el 75% de los residuos para finales de 2021.

Así, los productos a bordo del vuelo QF739 de Qantas, que conectaba las ciudades australianas de Sídney y Adelaida no irán a parar al vertedero, sino que serán reutilizados, reciclados o tratados a través del compostaje.   

En concreto, alrededor de 1.000 artículos de plástico de un solo uso fueron retirados o sustituidos por alternativas sostenibles. Entre los productos alternativos, se encuentran contenedores de comida construidos con caña de azúcar, así como cubiertos de almidón de cultivo, que son 100% compostables.

La mayoría de los pasajeros, a su vez, utilizaron tarjetas de embarque digitales. Los que no, desecharon las suyas de forma sostenible. Por otro lado, las salas de Qantas del aeropuerto de Sídney también se volvieron “verdes” para el vuelo.

Adrew David, CEO del grupo Qantas Domestic, al que pertenece la aerolínea, dio un discurso antes de la salida del vuelo, tildando el acontecimiento de un “hito importante” para el plan de la aerolínea de reducir los desechos.

“En el transporte de más de 50 millones de personas al año, Qantas y (su filial) Jetstar producen una cantidad de residuos equivalente a 80 aviones Boeing 747 jumbo completamente cargados”, aseveró David. "Queremos dar a los clientes el mismo nivel de servicio del que disfrutan actualmente, pero sin la cantidad de residuos que conlleva", matizó.

En este sentido, indicó que el vuelo QF739, normalmente, produciría 34 kilos de residuos, así como la ruta Sídney-Adelaida generaría 150 toneladas de residuos al año.

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Foto: Adrew David vía Twitter

Debido a su objetivo de eliminar 100 millones de artículos de plástico de un solo uso para finales de 2020, tanto Qantas como Jetstar reemplazarán 45 millones de vasos de plástico; 30 millones de cubiertos; 21 millones de vasos de café; y 4 millones de fundas reposacabezas con alternativas sostenibles. Esta iniciativa se enmarca bajo el Proyecto Bowerbird.

La aerolínea australiana, a su vez, operó el año pasado el primer vuelo biocombustible entre Australia y Estados Unidos, utilizando biocombustible procesado a partir de semillas de mostaza.