En el mundo empresarial, anunciar que no se ganará tanto como se había previsto es una mala noticia, equivalente a comunicar pérdidas. Ya lo vivió Thomas Cook tras presentar su balance del año fiscal 2018 (ganaron 282 millones de euros en lugar de los 360 estimados en un principio) y ahora le llega el turno a TUI Group.

Pese a que en un principio la multinacional turística estimaba que en el año financiero 2019 (1 de octubre de 2018 al 30 de septiembre de 2019) sus beneficios crecerían un 10% con respecto a 2018, se ha visto obligada a reducir sus previsiones hasta el punto de asegurar que sus ganancias este año serán similares al anterior.

Los pronósticos fallaron

Al finalizar el año fiscal 2018 (1 de octubre de 2017 al 30 de septiembre de 2018), todo parecían buenas noticias para el grupo cuya sede principal está en Hannover. El beneficio operativo (EBITA) fue de 1.222 millones de euros, lo que supuso un incremento del 10,9% con respecto a 2017.

Eso suponía un crecimiento de dos cifras por cuarto año consecutivo, y desde la compañía esperaban que esta tendencia alcista se prolongase por un quinto, ya que pronosticaban un crecimiento anual de los beneficios del 10% para 2019. Algo que no ha ocurrido.

Un primer trimestre nefasto

Un reflejo de este traspié son los resultados correspondientes al primer trimestre, del 1 de octubre al 31 de diciembre de 2018. Un período en el que han crecido tanto el volumen de negocio como los ingresos, pero los márgenes se han reducido drásticamente.

La compañía registró un beneficio operativo subyacente (EBITA) de -83,6 millones de euros. Eso significa que las pérdidas de este primer trimestre doblan las de 2018, que fueron -36,7 millones de euros.

TUI Berichtsgrafiken Q1 180812 lll engl 1

En lo que se refiere a ingresos se registró un incremento del 4,4% pasando de los 3.550 millones del pasado año a los 3.700 de este. Asimismo, el volumen de clientes aumentó un 1,2% con respecto al mismo período del año fiscal 2018.

Sus divisiones de mercados y aerolíneas, hoteles & resorts y Destination Experiences obtuvieron peores resultados operativos que en el año previo. Por el contrario, su división de Cruceros mejoró sus beneficios de los 37,5 a los 47 millones de euros.

Los culpables

Las causas de sus problemas no difieren mucho de las de su principal rival, Thomas Cook. Y es que desde TUI han mencionado el impacto de la ola de calor que azotó Europa durante el verano y de la debilidad de la libra, que han reducido las reservas y los márgenes en el mercado británico.

Asimismo, también hacen mención a la sobrecapacidad que se ha producido en Canarias, puesto que la demanda está redirigiéndose a otros países del Mediterráneo Oriental.

La solución

El grupo encabezado por Friedrich Joussen se ha dirigido directamente a los inversores para lanzar un mensaje de tranquilidad. Ha explicado que ya están trabajando en una “armonización” de la estructura de la empresa para reducir costes y mejorar eficiencias.

También están trabajando en una reducción de costes apostando por las “ventas directas, el online y las ventas móviles”, así como el incremento de la venta de actividades y excursiones.

A su vez, esperan que las propias turbulencias “desencadenen la consolidación del mercado vacacional” y que esto beneficie a TUI. Es decir, que esperan que las dificultades del mercado eliminen a otros actores y refuercen a un actor tan asentado como ellos.

Oficinas centrales de TUI Group en Hannover, Alemania (© 2017 TUI Group)

Oficinas centrales de TUI Group en Hannover, Alemania (© 2017 TUI Group)