Mientras que los rusos se han empleado a fondo como anfitriones del Mundial de Fútbol Rusia 2018, aprendiendo mediante cursos de capacitación a sonreír y ser amables con los turistas, algunos de los visitantes extranjeros han demostrado que no aprecian el esfuerzo mostrando comportamientos incívicos.

El argentino Néstor Fernando Penovi es un fiel ejemplo de lo anterior. Humilló a una chica rusa de 15 años mientras grababa un vídeo y la forzaba a repetir una frase obscena en español que hacía referencia a los argentinos y al miembro viril.

Penovi fue expulsado del evento y no podrá entrar a ningún estadio. Incluso, la embajada rusa en Argentina emitió un comunicado donde afirmaba: “La Embajada de Rusia en Argentina se encuentra profundamente indignada por el disparate obsceno y ofensivo cometido”.

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Otra mujer, en este caso una periodista que reportaba las incidencias del Mundial para el canal de noticias en español de la emisora alemana Deutsche Welle, fue agredida sexualmente mientras transmitía en vivo desde la ciudad de Saransk. La colombiana Julieth González Therán estaba hablando frente a la cámara cuando un hombre le tocó un pecho y la besó en la mejilla.

Hay más casos, varios colombianos desplazados a Rusia compartieron en las redes sociales cómo burlaban las medidas de seguridad introduciendo alcohol en el estadio. Otros se han dedicado a reírse de los seguidores japoneses, aprovechando las barreras idiomáticas. Algo similar ocurrió con otro joven peruano que hizo burla sistemática de las seguidoras rusas y danesas.

Muchos vídeos mostrando estas actitudes detestables y que se han hecho virales en las redes sociales han empañado la imagen de un evento deportivo mundial. Mientras los rusos se vuelcan para ser amables y serviciales, algunos turistas se empeñan en mostrar los peores comportamientos humanos.

Por suerte, de esta alta competición quedarán anécdotas amables como la del alemán de 70 años que viajó hasta Rusia en su tractor, junto con su perro. Hubert Wirth recorrió 2.500 kilómetros desde Pforzheim (Alemania) hasta Moscú para disfrutar de manera respetuosa de esta competición.