La Junta del Gobierno de Tenerife aprobó hace unos días la compra de unas réplicas de esculturas para el futuro Museo Rodin de Santa Cruz de Tenerife, por un valor de 16 millones de euros. Sin embargo, esta adquisición ha desatado las críticas de los profesionales isleños de la cultura y de la oposición, que insisten en que esta adquisición es un "costosísimo capricho político" que puede dañar “la imagen cultural” de la capital tinerfeña. 

En concreto, el dinero se invierte en la compra de una serie de reproducciones de obras del escultor francés, que han sido autorizadas por el Museo Rodin de París. Estas copias se instalarían en las salas del Parque Cultural Viera y Clavijo de la ciudad santacrucera, con el objetivo de atraer visitantes interesados en la cultura.

Unas figuras que podrían perder su valor en cuestión de días


Ramón Trujillo, portavoz de Unidas Podemos en Santa Cruz de Tenerife, se muestra muy crítico con el Ayuntamiento de Santa Cruz. Cree que la operación responde a la estrategia agresiva del Museo Rodin de París para vender más copias de esculturas y salir de los graves problemas financieros que padece."La idea del Museo Rodin no parte de una iniciativa cultural de Santa Cruz, sino de un problema económico de una institución museística francesa", incide.

Es más, la entidad parisina podría tener premura en cerrar la operación para poder embolsarse dinero por la venta de copias. Y es que, actualmente está activa una disputa judicial que podría concluir que la reproducción de las obras de Rodin fuese abierta y gratuita para todos. El diseñador 3D Cosmo Wenman ha demandado al museo ante el Tribunal Administrativo de París para que haga públicos sus escaneos de las esculturas de Auguste Rodin.


En caso de Wenman triunfe y se hagan públicos dichos escaneos, se podrán copias de las obras de alta calidad y a gran escala sin tener que pagar el canon al Museo de París. "Las copias que compra Santa Cruz se devaluarán de manera clara y contundente", asevera Trujillo.

El portavoz de Unidas Podemos también se muestra crítico con el estudio de impacto económico de la instalación tinerfeña, calificándolo como "chapuza pueril". Las estimaciones de las autoridades tinerfeñas auguran que tendrán más visitantes que la sede parisina, lo que supondría ingresar 6,5 millones de euros, que casi duplican los 3,8 millones que ingresa la sede gala. 

Rechazo del sector cultural 

Las protestas de los grupos políticos no son aisladas, puesto que artistas, catedráticos de arte, directores de museos y expertos en actividad cultural de Tenerife también han hecho público su descontento.

El sector cultural isleño ha puesto en marcha una recogida de firmas en contra del Museo Rodin en Santa Cruz de Tenerife. Esta iniciativa, que ya ha recibido más de 3.000 apoyos, recalca que “no existe relación alguna entre Santa Cruz de Tenerife y la figura de Rodin" y que "dicha inversión no contribuirá a la construcción de un reclamo turístico coherente”.

Subrayan, además, que el estudio económico en que se sustenta la inversión está "exento de rigor" y "ofrece unas estimaciones del retorno económico del museo tan exageradas que resultan fantasiosas".