La quiebra de Thomas Cook (TC) supone un duro golpe para España y es que, según datos de Aena, las aerolíneas del grupo trajeron en 2018 a 3,6 millones de turistas a los destinos españoles. Las dos regiones que más dependencia tenían del gigante turístico eran Baleares y Canarias, y es justamente el archipiélago canario el más afectado por el colapso de Thomas Cook si se tiene en cuenta que arranca ahora su temporada alta turística.

José María Mañaricúa, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), explica que “Thomas Cook fue fundamental para la creación en Canarias de un sistema turístico” y actualmente es el segundo mayor touroperador en volumen de clientes solo por detrás de TUI.

El principal representante de la patronal que representa a los hoteleros de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, incide en que la caída de TC no solo afecta a los entre 25.000 y 30.000 turistas que se encuentran en el archipiélago a la espera de la repatriación, sino que es un duro golpe para el sector en Canarias.

Incide en que, por una parte, “deja desde julio, agosto y septiembre (que era un mes inhábil) facturas sin pagar a los hoteles que han alojado a sus clientes. Eso para las empresas supone una importante cantidad de dinero”. Asimismo, se cancelan todas las reservas para el invierno, la temporada “más alta en ocupación y tarifas” para las islas: “Las reservas de Thomas Cook quedan a cero. Esto para hoteles que tenían exclusividad en garantía supone que las reservas pasan de un 90% de ocupación a un 30%, es decir, solo van a mantener las propias y las de Expedia, Booking y otros sistemas de distribución online”.

Soluciones para una conectividad maltrecha

El cese de la actividad del más de centenera de aviones de Thomas Cook también preocupa a los hoteleros canarios. “A corto plazo esto va a ser muy difícil de reponer”, reflexiona Mañaricúa, que exige medidas urgentes e incentivos tanto al Gobierno Central como al de Canarias. “Lo que pedimos es que las tasas aeroportuarias para nuevos vuelos que se puedan incorporar sean cero. Que se cree un plan de contingencia para nuevos vuelos con destino a Canarias para esta temporada, al menos hasta el 1 de julio”, indica.

A su vez, muestra su preocupación porque para este invierno puede que haya turistas británicos y escandinavos “que quieran venir a Canarias pero que no tengan asientos de vuelo”. “Los gobiernos deben reunirse con las aerolíneas para reponer la conectividad que ya estaba cayendo con las quiebras de Monarch, Air Berlin y Germania. Este es el último varapalo que tumba al suelo la conectividad de Canarias”, concluye el presidente de la FEHT.

Por el momento, desde el Ejecutivo canario han creado un gabinete de crisis en colaboración con las patronales y cabildos insulares con el fin de dar seguimiento a la situación actual.