El pasado sábado la aerolínea germana declarada en quiebra, Air Berlín, realizaba su último vuelo antes de poner fin a 38 años de servicio. Una última conexión que fue realizada por un Airbus A320 de 178 plazas que volaba desde Múnich a Berlín.

La llegada de la aeronave al aeropuerto de Berlin-Tegel no estuvo exenta de emoción, ya que fue recibida por cientos de empleados y seguidores de la compañía, así como despedida con los tradicionales arcos de agua.

La compañía, fundada a finales de los años 70, era hasta ahora la segunda mayor aerolínea de Alemania, por detrás de Lufthansa. El pasado mes de agosto se declaraba insolvente al dejar de recibir el apoyo financiero de Etihad Airways. Desde entonces, operaba gracias a un crédito estatal del gobierno del país germano de 150 millones de euros

Por su parte, la compañía Lufthansa declaraba que adquirirá una parte de Air Berlin y la integrará a su flota de Eurowings. La aerolínea de bajo coste Easy Jet también ha mostrado su interés por adquirir aviones de la flota de Air Berlin así como a contratar a algunos de sus empleados.