La Mesa del Turismo ha criticado las recientes declaraciones de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a las que ha tildado de "barbaridad" y "temeridad", y es que la responsable ministerial vaticinó que el turismo no podrá reanudar su actividad hasta finales de año, al igual que la cultura y el ocio, los sectores más afectados por la crisis del coronavirus.

El presidente de la entidad, Juan Molas, manifestó: "Declaraciones alarmistas de este género constituyen una grave temeridad", además de que, de cumplirse estas previsiones, "supondría la ruina total y la quiebra de cientos de miles de empresas turísticas". También, "un perjuicio directo para los 2,7 millones de trabajadores del sector".  

 

En este punto, la Mesa del Turismo consideró que la vuelta a la normalidad dependerá de la evolución de la enfermedad, pero se opone a que se fije una fecha de desescalada en la actualidad. Así, adelantó que está inmersa en una planificación de la recuperación de la actividad, ordenada y coherente con el curso de la pandemia. 

​La Mesa del Turismo afea las previsiones de que el sector se recuperará a finales de año

​La Mesa del Turismo afea las previsiones de que el sector se recuperará a finales de año

En este sentido, incidió en que los touroperadores y aerolíneas están trabajando para facilitar las reservas una vez se levanten las restricciones de viajes. Por ello, reparó en que las palabras de la ministra tienen un efecto "muy negativo", ya que generan incertidumbre entre los diferentes mercados y "desalienta" a los turistas que tienen deseos de viajar a España.

Desde el lobby turístico Exceltur, calculan un impacto de 124.150 millones de euros, de producirse una desescalada que se prolongase hasta finales de año, lo que representa el 81,4% del total de la actividad de 2019. 

Temporada de verano

Pese a ello, la Mesa del Turismo confía en que se pueda recuperar parte de la temporada de verano, si las circunstancias permiten los viajes internos o si se habilitase un pasaporte sanitario para aquellos que ya han superado la enfermedad o que no la padecen. De no ser así, las pérdidas acumuladas superarían los 100.000 millones de euros.