La escalada de violencia desatada en Oriente Medio por la reactivación del conflicto armado entre Israel y Palestina, tras el ataque efectuado por Hamás el pasado 7 de octubre, ha puesto patas en alerta a las grandes potencias mundiales, en general, y al sector turístico en particular. 

Un aumento de las ofensivas militares entre ambos países podría provocar el cierre del espacio aéreo de Israel, como ya sucediera anteriormente con el de Ucrania tras la invasión de Rusia. Sin embargo, según el comandante de líneas aéreas Pablo Lang-Lenton una hipotética clausura del espacio palestino-israelí “poco afectaría” a la operativa mundial de vuelos entre oriente y occidente, ya que es “muy pequeño”. 

El piloto español señala que los vuelos Europa-Asia ya tienen “cierto desvío”, dado que casi ninguna compañía sobrevuela el espacio aéreo de Siria, un país que vive en una guerra civil desde hace más de una década. “Todos los vuelos operan bien por Turquía-Irak o bien por Turquía-Irán, o ya más al sur, cruzando Egipto, la península del Sinaí y Arabia Saudí” explica Lang-Lenton, aunque puntualiza que estas rutas constituyen actualmente “pasillos estrechos y con mucho tráfico aéreo que se empiezan a saturar”. 

Los mencionados “pasillos” están limitados al norte por las zonas tensionadas de Rusia/Ucrania e Irán/Afganistán; y al sur por las de Libia/Sudán y Siria/Yemen. Estos espacios aéreos, detalla el comandante, están cerrados a todas o algunas aerolíneas, según las relaciones entre países sobrevolados.
 

 Las compañías del golfo Pérsico no sobrevuelan el espacio aéreo israelí, así que no afecta en absoluto a las operaciones”


Además, Lang-Lenton detalla que un hipotético cierre aéreo en el levante mediterráneo tampoco repercutiría negativamente a los grandes hubs aeroportuarios de Doha (Catar) y Dubái (EAU), que hacen de conexión para aquellos vuelos operados entre Europa y Asia u Oceanía. “Las compañías del golfo Pérsico no sobrevuelan el espacio aéreo israelí, así que no afecta en absoluto a las operaciones”, asegura. 

Consecuencias de un alargamiento


En el caso de que el conflicto Israel-Palestina se alargara y se produjera la entrada de terceros países, para el piloto español lo que podría desencadenar es un escenario de “encarecimiento brutal” del precio del petróleo, tal y como sucedió en los inicios de la invasión rusa en Ucrania. Este hecho desataría de nuevo un alza de precios y costes sin precedentes.