El impacto económico de esta crisis sanitaria provocada por el Coronavirus (Covid-19) ya se ha dejado sentir en dos de los principales actores del sector turístico: las aerolíneas y las compañías de cruceros. La pandemia surgida en China se ha convertido finalmente en un tsunami para el turismo mundial.

Por ejemplo, el Grupo Lufthansa también ha anunciado la "reducción de presupuesto en áreas administrativas" y la "suspensión de contrataciones", debido a esta crisis. Air France-KLM, por su parte, ha dado un paso más allá y ha calculado el impacto de la enfermedad que lastrará su beneficio operativo: entre 150 y 200 millones de euros, por lo que pondrá en marcha diferentes medidas de austeridad. 

Singapore Airlines ha seguido los pasos de Lufthansa y ha paralizado la contratación. También, ha instado a los empleados a solicitar una baja voluntaria y no remunerada. La aerolínea ha tomado esta decisión después de reducir la capacidad de sus rutas dentro y fuera de Asia, debido al coronavirus, que ha llevado a la inactividad a 500 tripulantes de cabina y 50 pilotos. 

La aerolínea Qatar Airways, por su parte, está trabajando en el ajuste de sus servicios a Corea del Sur, uno de los países más afectados por el coronavirus. EgyptAir, al mismo tiempo, indicó que ha retrasado la reanudación de los vuelos a Chinas hasta el 14 de marzo.

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Singapore Airlines | Foto: Kentaro Iemoto (CC BY-SA 2.0)

Cruceros rechazados

El crucero MSC Meraviglia fue rechazado en los puertos de Ocho Ríos (Jamaica) y Gran Caimán, la isla más grande de las Islas Caimán, debido a que uno de los miembros de la tripulación se encuentra en aislamiento, al presentar síntomas compatibles con el coronavirus. Posteriormente, la Administración Portuaria Integral de Quintana Roo (México) prohibió el desembarque del crucero en Cozumel por los mismo motivos. Se suman pues a la larga lista de cruceros que se convirtieron en "cárceles flotantes".