Los aeropuertos de Reino Unido, y por extensión los del resto de Europa, están viviendo una jornada caótica debido a un "enorme fallo de red" del sistema de control aéreo del país británico.

Debido a un problema técnico, el Servicio Nacional de Tráfico Aéreo (NATS) de Gran Bretaña se vio forzado esta mañana a aplicar restricciones de flujo, es decir, a reducir la velocidad en que los aviones pueden aterrizar y despegar.

El número de cancelaciones y retrasos se sigue acumulando conforme desde la citada entidad trabajan a contrarreloj para encontrar y solucionar el problema.

Efecto contagio


Aunque los medios británicos apuntan que centenares de vuelos ya se han visto afectados, aún no hay cifras específicas. Sin embargo, el efecto ya se está dejando notar en otros aeropuertos europeos, especialmente en los del Mediterráneo, que ya experimentaron problemas en la jornada de ayer debido a los efectos adversos del temporal 'Betty'. Se teme, por tanto, que los efectos de este cierre puedan prolongarse incluso por días.