El despiste de unos padres que visitaban un museo en Estados Unidos junto a su hijo les podría salir muy caro. La institución les pide 114.000 euros, pues mientras ellos conversaban distraídamente, el niño rompió una escultura que formaba parte de una exposición.

La aseguradora de la institución entiende que hubo negligencia por parte de los progenitores por no vigilar al menor. El pequeño se encontraba jugando con un amigo cuando se detuvo frente a la obra de arte y la abrazó.

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La estatua cayó al suelo y se rompió. Los daños considerables sufridos impedirán que puede ser restaurada. Por este motivo, la empresa aseguradora envió una carta a la pareja expresándole que "su falta de supervisión podría considerarse negligente", motivo por el cual le solicitan el pago de 114.000 euros por los daños causados por el menor. 

Sarah Goodman, madre del niño de 5 años, ha asegurado que está sorprendida por el recibo que les llegó y, sobre todo, ofendida de que la llamaran “negligente”. Ha agregado que estaban tratando el incidente como si fuera un “crimen” y que sus abogados están analizando el caso. "No tenemos dinero para pagar por eso", afirma. 

La pieza rota está valorada en más de 130.000 dólares. El museo está ubicado en el Centro Comunitario Tomahawk Ridge, en Overland Park (EE. UU).